La autoestima es una parte fundamental de nuestra vida, es la que nos permite disfrutar del día a día si es que tenemos una alta autoestima.

En contraparte, si tenemos una autoestima baja, nos impide experimentar la vida de una manera satisfactoria. La autoestima es la que nos ayuda a dar frente a las situaciones de lo cotidiano, tanto de los buenos momentos como de los más difíciles duros y dolorosos.

La autoestima no es algo estático, se va moviendo con nosotros a lo largo de nuestras diferentes etapas, puede que ahora mismo estemos teniendo dificultad para enfrentar a los malos momentos y nuestra autoestima esté por los suelos, pero eso es algo que va transformándose con nosotros.

Entonces, ¿Qué es la autoestima?

Podríamos decir que es un sentimiento de confianza, de sentirnos capaces de encarar la vida y todo lo que esta nos exija. Es la claridad de sabernos dignos de la felicidad y tener la seguridad de comunicar nuestras necesidades, hacia los demás pero también mantener este diálogo interno de valoración de mi persona y entender cuales son mis necesidades. La autoestima es entender que nuestro valor como personas no radica en nuestros éxitos o fracasos.

Una persona con alta autoestima se enfrentará al fracaso de manera muy diferente que una con baja autoestima. En el primer caso, la persona podría reflexionar sobre qué fue lo que lo hizo fracasar, y llegará a la conclusión de aprender de sus errores y volver a intentarlo sabiendo que el equivocarse es parte de la vida y eso no influye en su valía. Sin embargo en el segundo caso la persona podría tener pensamientos tales como “ no sirvo para esto” “ no soy lo suficientemente bueno” “ nada me sale bien” “no valgo”

Nadie queda exento de tener escasa autoestima en alguna parte de su historia, aunque iniciáramos con una autoestima buena en un principio, después de pasar por muchas dificultades, o si nos encontráramos en un ambiente tóxico, o inseguro… podría pasar que nuestra autoestima se vea afectada.

¿Alguna vez han pensado en que no estaban preparados, o que no valían?

Necesitamos tener una buena autoestima para poder sobrevivir, ya que esta afecta las decisiones que tomamos, es la que nos hace funcionar en el mundo.

La buena noticia es que como platicábamos anteriormente, la autoestima se puede transformar, es algo que se puede incluso entrenar. Aquí les doy algunas ideas de cómo podemos empezar.

Para trabajar la autoestima, podemos empezar por algunas prácticas:

1- Vivir en el presente ( En el aquí y el ahora) de forma consciente.

Esto significa darnos cuenta de lo que hacemos, pensamos y sentimos en el presente Incluso si la situación es desagradable, no la emoción es dolorosa, cuando evitamos sentir nos estamos traicionando a nosotros mismos.

Es estar comprometidos con nosotros mismos, interesarse por

comprender nuestro mundo interno, esto incluye nuestras necesidades, sentimientos, sueños, miedos…

2- Aceptarnos a nosotros mismos.

Esto significa aceptar lo que es, no estar en lucha constante con lo que nos gustaría que fuera y que no es. Recordemos que aceptar no significa que nos tenga que gustar algo. yo puedo aceptar que me siento herida por una situación, acepto el dolor como algo existente en mi experiencia, eso no significa que me guste el dolor.

3- Asumir responsabilidad de uno mismo

Esto significa que nosotros somos responsables de todo lo que hago, de mis emociones, de mis acciones. Ser feliz depende de nosotros, de lo que decidamos. Practicar la autoafirmación.

4- Tratarme con respeto:

Significa darnos la importancia, poner atención a nuestras emociones, y validarlas. No minimizar nuestras necesidades y expresar nuestras opiniones, poner límites y vivir en congruencia con nuestros valores

5- Vivir con un propósito en mente.

Vivir con una dirección, que nuestras acciones tengan un significado para nosotros, que podamos vivir con una razón que nos haga levantarnos de la cama. Es vivir tomando el timón de nuestra propia vida y asumir las consecuencias. Es ver que puedo aportar al mundo..